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- Una hormiga esclavista
- Dos biólogos estudian durante
una década un insecto esclavista endémico Sierra Nevada
- Texto: A. Arenas. Fotos: A.
Arenas y A. Tinaut
- Francisca Ruano y Alberto Tinaut
son dos biólogos granadinos que han dedicado muchos años de su vida
al estudio de las hormigas. La primera trabaja con una beca del
Consejo Superior de Investigaciones Científicas en la Estación
Experimental del Zaidín en un proyecto sobre cultivo ecológico en
olivar, en tanto que el segundo lo hace en el Departamento de Biología
de la Universidad de Granada. Sus estudios sobre la hormiga parásita
de Sierra Nevada, Rossomyrmex minuchae, han dado la vuelta al
mundo pues sólo existe una especie perteneciente al mismo género en
las llanuras de Kazastán y del Caspio.
- Confiesan que su interés por
esta hormiga endémica de nuestra sierra resurge en 1991, diez años
después de ser descubierta por Alberto. Esta curiosa especie asalta
los hormigueros de otra congénere para secuestrar a sus pupas que son
trasladadas al hormiguero parásito y convertidas en esclavas. Durante
una década anduvieron buscándola en la misma localización anterior
pero sin resultados positivos. "En aquella época -explica la
doctora Ruano- estábamos estudiando a la especie hospedadora para
otra tesis, cuando la encontramos tuvimos muchísimo interés en
comprobar como se producía todo el proceso del parasitismo, cómo
reaccionaban las obreras que iban a ser esclavizadas, y pasamos
incluso noches observando qué ocurría entre los hormigueros, de ahí
empezamos a sacar implicaciones evolutivas y biológicas".
- .Todo
estas observaciones dieron lugar a una tesis doctoral que la bióloga
leyó el año pasado. Para ello estuvieron cinco veranos realizando
estudios de campo a lo que dedicaban todas las horas del día.
"Durante los meses de mayo a septiembre de los dos primeros años
subíamos a la Sierra de nueve de la mañana a nueve de la noche; los
tres años posteriores subíamos a las 11", precisa. Así
pudieron observar a fondo el singular comportamiento de esta hormiga,
"desde cómo se producían los asaltos hasta cómo esclavizaban a
las otras, qué tipo de presas se llevaban, si eran las larvas o las
pupas, el por qué en esa población concreta de la hormiga
hospedadora se producían los asaltos, incluso cómo era la reproducción
de la hormiga parásita, en fin, muchísimos aspectos que hemos
completado durante esos largos períodos de investigación".
- Ello les ha permitido averiguar
que los nidos de la hormiga esclavista o Rossomyrmex minuchae asaltan
alrededor de cuatro nidos por año de la hormiga Proformica longiseta,
de entre los doce nidos que de media rodean cada nido de la especie
esclavista. Además, han calculado que un 40 por ciento de los asaltos
fracasan por lo que suelen elegir los más fáciles de invadir, es
decir, los más cercanos o situados en pendientes favorables. También
los más populosos o activos.
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- Veinte años Por su parte,
Alberto Tinaut lleva más de 20 años estudiando a las hormigas,
actividad que considera "apasionante", aunque no deja de
reconocer que para el ciudadano medio sólo resulte curioso. Confiesa
que, "a veces, he preferido inventarme un rollo, a decir que, a
las dos de la tarde con un sol de justicia, estaba estudiando a las
hormigas". En los últimos años ha dirigido seis tesis
doctorales y siete u ocho tesinas, la mayor parte de ellas sobre las
hormigas. De hecho sobre formícidos, en solitario, con Francisca
Ruano o en colaboración con otros colegas suma alrededor de un
centenar de publicaciones científicas aparte de las que están
esperando su edición. "Científicamente hay mucho interés por
los insectos sociales y de ellos las hormigas son un claro referente.
Calculo que puede haber varios cientos de especialistas trabajando en
su estudio pues en la Península Ibérica existen casi 300 especies y
sólo se conoce bien la biología de una docena de ellas. Además,
cada especie tiene sus propias peculiaridades", declara.
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- Respecto a las últimas películas
animadas sobre estos insectos sociales, "Hormigaz" y
"Bichos", Alberto consideran que "desvirtúan poco ya
que las aproximan a una escala nuestra y nos permiten entrar en un
hormiguero. Ahora bien, siendo estricto hay situaciones que nunca se
darían, por ejemplo, nunca una obrera se enamoraría de una princesa
pues todas las obreras son, por suerte o desgracia, hembras. Ello
marca una diferencia entre las sociedades de hormigas y las humanas,
pues ellas son básicamente sociedades femeninas".
- Además de investigar el
mecanismo de resistencia al calor en determinadas especies de obreras,
este biólogo ha estudiado durante dos años, en las Sierras de Alhama
y Loja, las hormigas de este macizo kárstico, así como la fauna
cavernícola de la Cueva del Agua de Iznalloz, de Nerja (Málaga) y de
la Cueva del Capitán, de Motril, donde encontró otra especie
desconocida en la Península. Para ellos "detrás de cada
hormiguita se esconde un mundo muy grande, por ello pedimos que se
olvide un poco del insecticida y nos dediquemos más a mirarlas".
- .
- Esta investigación fue
presentada en el VII Congreso Nacional y V Iberoamericano de Etología,
celebrado en Granada, del 12 al 15 de septiembre de 2000. Este
Congreso fue organizado por la Sociedad Española de Etología. Grupo
de Investigación Comportamiento y Ecología Animal de la Universidad
de Granada. A continuación transcribimos un RESUMEN de la misma:
- Variables que influyen en la
selección de nidos hospedadores por la hormiga esclavista Rossomyrmex
minuchae
- Los nidos de R. minuchae asaltan
alrededor de 4 nidos/año de la hormiga hospedadora Proformica
longiseta, de entre los 12 nidos que de media rodean a cada nido de la
especie esclavista. Un 40 % de estos asaltos fracasa, a pesar de que
son vitales para la supervivencia de los nidos parásitos. Por todo
ello el proceso de asalto es bastante costoso. Nuestras hipótesis son
que los hormigueros seleccionados serán los nidos hospedadores más fáciles
de asaltar (cercanos o situados en pendientes favorables) o aquellos
que sean más populosos o más activos.
- Durante tres años hemos seguido
cinco, cinco y tres hormigueros de R. minuchae, estableciendo
alrededor de ellos una zona circular de 10 m de radio, en la que
localizamos, marcamos y situamos todos los nidos de P. longiseta, para
cada uno de los cuales conocíamos la distancia y pendiente hasta el
nido parásito y la actividad media anterior al periodo de asaltos.
- Las variables que más influyen
en que un nido sea seleccionado son las relacionadas con la
accesibilidad del nido (distancia y pendiente entre el nido parásito
y el hospedador).
- Para contactar con los autores:
- E- mail: hormiga@goliat.ugr.es
- José Alberto Tinaut Ranera y
Francisca Ruano Díaz Universidad de Granada. Departamento de Biología
Animal y Ecología. 18071 Granada
- - Más información sobre
insectos sociales: http://www.zi.ku.dk/popecol/eunet/
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